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Tengo mi fe, es todo lo que tengo, pero es lo único que necesito. He aprendido que la vida es más de lo que el ojo percibe. Pues de eso se trata la fe.

 

La fe es confiar en lo que el ojo no puede ver.

Los ojos ven al león que acecha. La fe ve al Ángel de Daniel.

Los ojos ven tormentas. La fe ve el arco iris de Noé.

Los ojos ven gigantes. La fe ve a Canaán.

Tus ojos ven tus faltas. Tu fe ve a tu salvador.

Tus ojos ven tus culpas. Tu fe ve su sangre.

Tus ojos ven tu tumba. Tu fe ve una ciudad cuyo constructor y creador es Dios.

Tus ojos miran al espejo y ven a un pecador, un fracaso, un quebrantador de promesas. Pero por fe miras al espejo y te ves como pródigo elegantemente vestido llevando en tu dedo el anillo de la gracia y en tu rostro el beso de tu padre.

 

Dios te bendiga.

Ha llegado el día. 

 

Se acercó rugiendo por la vía al levantarse el sol. La quietud de la madrugada se tornó en el ruido del día. La calma de la soledad ha sido reemplazada por el rítmico paso de la raza humana. El refugio de la temprana mañana lo invadirá las decisiones que deban tomarse y las obligaciones que deban cumplirse. Durante las próximas doce horas quedaras expuesto a las exigencias del día. Debes tomar una decisión. ¿Por cuál de estas eliges y porque?:

Elijo el amor

Elijo el gozo

Elijo La Paz

Elijo la paciencia

Elijo la amabilidad

Elijo la bondad

Elijo la fidelidad

Elijo la mansedumbre

Elijo el dominio propio

 

Amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. A estos encomiendo mi día. Si tengo éxito, daré gracias. Si fallo, buscare su gracia. Y luego, cuando este día haya acabado, pondré mi cabeza sobre mi almohada y descansare.

 

Dios te bendiga.

La fe en el futuro engendra poder en el presente.

 

Nadie es inútil para Dios. NADIE.

 

El conflicto es inevitable, pero el combate es opcional.

 

Ver el pecado sin la gracia produce desesperanza. Ver la gracia sin el pecado produce arrogancia. Verlos juntos produce conversión.

 

Dios te bendiga.

Para pensar:

 

Ora siempre. De ser necesario, usa palabras.

 

Sacrilegio es sentir culpa por los pecados perdonados.

 

Dios olvida el pasado. Imítalo.

 

Dios te bendiga.

Persigue el perdón, no la inocencia.

 

No le pidas a Dios que haga lo que tú quieras. Pídele que haga lo que sea correcto.

 

No fueron los clavos los que fijaron a Jesús a una cruz. Fue su Amor.

 

Te darás por vencido con respecto a ti, antes de que lo haga Dios.

 

Reconoce la respuesta a la oración cuando la veas y no te des por vencido cuando no.

 

Dios te bendiga.

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